Aleksei Berezin, http://alex-aka-jj.livejournal.com/
(El texto original está aquí)
Los griegos antiguos
distinguían cuatro tipos de amor: desde una simpatía por los conciudadanos
ajenos que no compromete a nada, hasta el amor en el sentido mas elevado de
esta palabra. Parece que acabo de descubrir, por casualidad, el quinto tipo.
Ahora se lo voy a explicar.
Mi querida se pone una
sudadera rosada con capucha, esta capucha tiene como adornos unas cuerditas,
uno puede tirar de ellas para jugar.
Pero no están allí para ello, es una pieza de ropa práctica ‒ mi querida se la
pone a menudo, a lo mejor le gusta también jugar con las cuerditas. Se pone
encima una chompa acolchada de color azul claro y un gorrito blanco. Puedo
distinguirla en la muchedumbre desde una distancia de trescientos metros sin
usar largavistas.
La veo a menudo cuando
paseo, simplemente paseo por la ciudad – de repente veo que está caminando
delante de mí. Antes siempre la alcanzaba y cada vez al acercarme entendía que
no era ella.
Dicen que los rinocerontes son
cortos de vista. Tal vez los rinocerontes a veces también se echen a correr
detrás de alguien, pero después resulta que se habían equivocado. Creo que el
rinoceronte lo tiene más fácil porque es dudoso que se sienta decepcionado por
lo que pasó, lo más probable es que le da absolutamente igual a quién alcanzar.
Un tiempo después entendí que uno no debe de asemejarse a un rinoceronte, hay
que alegrarse desde lejos. Ya no me echo a correr, dejo a mi vista engañarme el
mayor tiempo posible.
En cambio, el rinoceronte
nunca puede invitar a una chica al cine o a un café e incluso si lo hace, ella
seguramente lo va a rechazar. Soy más feliz que el rinoceronte. Invité a mi
querida al cine y ella aceptó. Pasamos dos horas uno al lado de otro, crujíamos
con las papitas y nos reíamos. Me parece que la peli era una comedia. Busqué
cómo los griegos antiguos llamaban la sensación cuando estás con tu querida en
la oscuridad, vuestros codos se rozan, estás viendo una peli y escuchando cómo
se ríe. Definitivamente es el amor, lo declaro basándome en mi experiencia
empírica, no puede ser otra cosa. Una risa así llena el corazón con alegría
hasta el tope, incluso un poco más. Y si aparte de eso sientes su codito a tu
lado, no hace falta ninguna experiencia más.
Ahora bien, resulta que en
la Grecia Antigua no conocían un concepto así, es una paradoja sorprendente. En
Grecia había más filósofos que hongos de miel sobre un tocón, pero nadie en
toda la historia antigua se puso a pensar en cómo llamar una emoción tan
conmovedora como la risa de la mujer amada. A lo mejor es porque en aquella
época los cines no eran tan habituales, no lo sé. Pero da igual – ¿de qué
servía el sinnúmero de sus deliberaciones filosóficas si no captaron lo
principal?
Cuando se acabó la peli,
la acompañé hasta el cruce y nos despedimos allá. Ella se fue a su casa y yo me
dirigí hacia la parada del bus. Los faroles estaban encendidos, a mi lado
pasaba un tranvía, los perros ladraban contando sus cosas, las estrellas
brillaban en los lugares que les correspondían, caía la nieve ligera. Todo
alrededor fingía que era normal que las mujeres amadas se fueran en una dirección
y los hombres, con el corazón lleno de todos los tipos del amor griego, en
otra.
Aunque tal vez sea normal.
El corazón debe estar lleno siempre, tan lleno que tengamos miedo de suspirar
para no derramarlo. Si el corazón está vacío, – ¿para qué sirve? Con el corazón
vacío probablemente ni el rinoceronte correría detrás de nadie.
Puede ser que a veces hay
que tomar ejemplo del rinoceronte, correr detrás y gritar “¡No te vayas!” Pero
sé que a ella no le va a causar alegría ver al rinoceronte, se lo digo
basándome en mi experiencia. A nadie le va a causar alegría, sobre todo si es
sabido que el rinoceronte no se equivocó. Ella piensa que es indiscreto correr
detrás de las chicas que no lo quieren para nada. Puede ser que tiene razón, pero
es triste. Busqué cómo los griegos antiguos llamaban este sentimiento cuando
estás mirando cómo se aleja tu chica amada y no puedes correr detrás de ella, pero
no encontré nada sobre esto. A lo mejor los griegos nunca acompañaban a las
chicas después del cine o nunca se despedían de ellas. Si era así, entonces era
la gente feliz y no entiendo cómo consiguieron ser filósofos.
Es una lástima que ya
hayan desaparecido los griegos antiguos, ahora me serviría un filósofo, experto
en la clasificación de diferentes tipos del amor. Le preguntaría ¿cómo puede
ser que es tan fácil alcanzar una chica parecida a tu querida, una cualquiera
de las que no causan ganas de correr detrás, pero cuando se va aquella, la
única, es imposible alcanzarla?